Es el queso más representativo de la gastronomía gallega por su forma de seno.
Está elaborado con leche cruda de vaca.
Su corteza es de color amarillo paja y su pasta interior es blanda y de color blanco marfil.
Sabor suave y ligeramente ácido con poca sal.
Ideal acompañado de dulce de membrillo o mermeladas.
En 2018 obtuvo la medalla de bronce en los World Cheese Awards.